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Cómo pasar de la contabilidad financiera a la contabilidad de la innovación

January 14, 2018

Se dice que para una Startup la incertidumbre es una ineludible compañera de viaje. Además, con los tiempos que corren esta circunstancia no es exclusiva de proyectos con modelos disruptivos puesto que cualquier empresa o emprendedor encontrará la imperiosa necesidad de reinventarse e innovar. Por tanto, la Contabilidad de la Innovación será algo que en mayor o menor grado se tenga que aplicar por todos los que quieren acceder o permanecer en un mercado.

La contabilidad financiera que toda empresa está obligada a llevar (en sus distintas variantes formales), ya sea para cumplir obligaciones mercantiles-fiscales como para su gestión económica, nos informa de la rentabilidad del negocio y controla las operaciones comerciales y financieras. Sin embargo, si queremos enfrentarnos a la incertidumbre mediante la innovación necesitaremos un nuevo objetivo empresarial complementario a la rentabilidad: el aprendizaje. Las innovaciones en nuestro modelo de negocio van a empezar con una idea o visión sobre algo que se puede hacer distinto. Lo malo de hacer algo distinto a los demás es que no sabemos si realmente funcionará (de nuevo la maldita incertidumbre). Debemos considerarlo como hipótesis, e intentar validarla antes de echar el resto (si creo que el agua está fría meto el pie antes de tirarme a la piscina).

La contabilidad de la innovación es el conjunto de métricas que nos llevan a validar o descartar una hipótesis. La manera de reducir las probabilidades de fracasar con una innovación de cualquier tipo es reducir los riesgos que conlleva. Si te equivocas, equivócate rápido y equivócate barato. Conservaremos así más balas para más intentos, hasta aumentar (nunca garantizar) las probabilidades de éxito.

Por tanto, el proceso es el siguiente:

  1. Elegir las hipótesis a validar.
  2. Establecer las métricas apropiadas y los objetivos de aprendizaje.
  3. Realizar los experimentos y pruebas en torno a dichas métricas.
  4. Analizar los resultados obtenidos para validar o invalidar las hipótesis.

La contabilidad de la innovación orientada al aprendizaje tiene básicamente dos elementos: el libro diario donde documentar hitos y las métricas. Sobre el libro diario ya me detuve en un post anterior. Respecto a las métricas que recoge la metodología Lean Startup profundizaremos en próximas entradas. A modo de adelanto señalar que las principales son:

–       Embudos de cliente

–       Motores de crecimiento

–       Fases o etapas de conversión (también conocidas como AARRR´s)

Está claro que tenemos que llevar ambas contabilidades al mismo tiempo. La contabilidad financiera es imprescindible así como datos e indicadores absolutos sobre número de clientes, existencias, volumen de pedidos,… Sin embargo, tenemos que ir más allá y empezar a implantar la contabilidad de la innovación en nuestro proyecto. Como decía antes, en próximos post presentaremos las métricas con ejemplos y consejos para aplicarlo.